Profeta

En el judaísmo, un profeta es un individuo a quien Dios ha seleccionado como emisario de su mensaje (Neuser / Avery-Peck, p. 102). La palabra hebrea que más frecuentemente se usa para profeta en la Biblia es navi. Aunque su etimología es incierta, se le ha relacionado con el verbo acadio[1] nabu, que significa “llamar, proclamar”. Así, el profeta sería “aquél que es llamado” por Dios o “aquél que proclama” el mensaje de Dios. Por otro lado, aunque la Biblia sugiere que Moisés y Miriam fueron los primeros profetas, esto parece ser una modificación posterior, cuando el concepto del profeta surgió, probablemente de manera simultánea al surgimiento de la monarquía. La historia de la profecía está dividida en dos eras: pre-clásica y la clásica. Se sitúa a los profetas pre-clásicos alrededor de los siglos X y IX a. n. e. Sus historias se encuentran particularmente en los libros de Samuel y Reyes, donde son caracterizados como hacedores de milagros que trabajan solos o reunidos en grupos. Estos profetas increpan a los reyes, si es necesario, y acuden al llamado de individuos ordinarios. Por el contrario, los profetas clásicos como Oseas, Amós, Isaías y Jeremías —a quienes se les sitúa en el siglo VIII a. n. e.— ya no son estrictamente hacedores de milagros y aparecen pronunciando oráculos y recalcando sus mensajes a través de acciones simbólicas como cuando Jeremías se pone un yugo de madera para simbolizar la sumisión a Babilonia. Las diferencias entre los profetas y sus actividades también dependen de sus relaciones con las autoridades políticas, pues mientras algunos rechazan la monarquía y promueven una reforma social radical, otros aconsejan el mantenimiento del orden social o el retorno a u orden social anterior. Profetas con diversas posiciones en la sociedad y mensajes divergentes parecen haber coexistido los unos con los otros. Según la tradición judía, el profetismo terminó hacia el año 400 a. n. e., tras la restauración del Segundo Templo y la reinauguración del sacerdocio dinástico (Halberstam, pp. 69-70).

 

[1] La lengua semítica hablada en Mesopotamia desde aproximadamente la mitad del tercer milenio antes de nuestra era y cuyo dialecto babilonio se convirtió en el segundo milenio antes de nuestra en lengua franca en toda la región mesopotámica (Caquot, p. 503).

 

 

 

Bibliografía.

 

Caquot, A. (2012) Los Semitas. En Pierre Lévêque, dir. Las Primeras Civilizaciones. De los Depotismos Orientales a la Ciudad Griega (pp. 503-511) Madrid: Akal.

 

Halberstam, C. (2011) Bible: Prophets and Prophecy. En Baskin, J. R. ed., The Cambridge Dictionary of Judaism and Jewish Culture. (pp. 69-70) Cambridge: Cambridge University Press.

 

Neusner, J. & Avery-Peck, A. J. (2004), The Routdlege Dictionary of Judaism. New York: Rotdlege.

 

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